En un salón repleto de emociones palpables, se llevó a cabo un acto conmovedor en honor a Juan Cuevas Cerda, el incansable presidente de la Unión Bicentenaria de los Pueblos (UBP). La magnífica ceremonia tuvo lugar en la Embajada de Venezuela en Chile, donde diversas organizaciones y destacados líderes sociales y políticos se unieron para rendir homenaje a este ineludible luchador internacionalista.
Fue el actual presidente de la UBP, Jorge Gálvez, quien dio inicio a la emotiva actividad. Posteriormente, las intervenciones de los embajadores de Venezuela, Nicaragua y el cónsul de Bolivia añadieron un toque especial al evento, destacando la importancia de la labor de Juan Cuevas en la escena internacional.
Entre los momentos más conmovedores, compañeros de lucha compartieron relatos entrañables sobre la vida de Juan Cuevas. El exdiputado Hugo Gutiérrez, los hijos e hijas del homenajeado, así como diversos amigos y amigas que compartieron experiencias y batallas junto al querido compañero que nos dejó, dejaron huella con sus emocionantes testimonios.
En cada palabra pronunciada y en cada recuerdo compartido, resonó la impronta imborrable de un ser humano comprometido con la justicia y la solidaridad entre los pueblos. El legado de Juan Cuevas Cerda perdurará en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y compartir la lucha a su lado.
A continuación reproducimos en su totalidad el discursos de la UBP:
Estimado Embajador de la República Bolivariana de Venezuela, compañero Arévalo Méndez, compañeros/as diplomáticos Lyllian Méndez de Nicaragua y Marco Caballeros de Bolivia, compañeras, compañeros, amigas y amigos de la Unión Bicentenaria de los Pueblos, Capítulo Chile.
Nos hemos reunido en esta casa solidaria para rendir un homenaje a nuestro fundador y presidente, Juan Cuevas Cerda, otro más de los imprescindibles en la lucha antiimperialista que se nos ha ido físicamente, pero nos ha dejado su legado de combatiente incansable por la libertad y unidad del pueblo de Chile y de los pueblos que luchan contra la dominación hegemónica del capitalismo.
Referirnos al compañero Juan es muy complejo… En todo momento nos asalta la duda de si lograremos llegar en profundidad a develar quién fue y qué hizo, este tremendo compañero y amigo.
Nacido en Machalí en el seno de una típica familia proletaria de los años 40 del siglo pasado, Juan, luego de terminar sus estudios en el Liceo industrial de Los Ángeles, se integra a la lucha sindical y, como, dirigente obrero, pasa a formar parte de los destacamentos del Partido Comunista de Chile, partido que, en su lucha unitaria proveniente de las experiencias del Frente Popular y en alianza con otras fuerzas de izquierda y progresistas, logran el triunfo de la Unidad Popular y de su candidato Salvador Allende a la Presidencia de Chile en septiembre de 1970.
Juan también fue dirigente interno destacado del PC en diferentes comités locales y regionales, donde asumió diversas funciones políticas y de organización.
Por su compromiso político con el gobierno de la Unidad Popular, le tocó asumir la responsabilidad de dirigir el Servicio de Equipos Mecanizados, SEAM, de la CORFO -institución creada por el gobierno de la Unidad popular con sede en Los ángeles, para proporcionar maquinaria agrícola a los Centros de Reforma Agraria y repuestos ante el bloqueo económico que desencadenó el imperialismo, en su objetivo de impedir que el ejemplo de Allende, de alcanzar el socialismo por la vía electoral, se difundiera en el resto de los países de América Latina y del mundo que observaban, con admiración, como se rompía el hegemonismo norteamericano bajo las banderas de la Unidad del pueblo. Fue en estas tareas que le tocó vivir el quiebre de la democracia desencadenado por las acciones terroristas de la derecha que culminaron en el golpe de estado de septiembre del 73 y el asesinato del compañero presidente, Salvador Allende.
Luego, durante la dictadura pasó a la clandestinidad y fue dirigente del PC en diversos regionales como el de Concepción, el de Los Ángeles y luego coordinador de los Regionales de Santiago.
Con la llegada de esta democracia, a principio de los 90, diferencias políticas con la dirección de su partido le hacen alejarse de su militancia, pero sin dejar nunca de mantener su compromiso con el legado de Allende y la unidad de la clase trabajadora.
Con una fuerte personalidad y un carisma atractivo, Juan siempre logró aunar voluntades y conseguir implementar actividades que se veían muy complicadas muy difíciles de hacer. Fue un marxista leninista convencido, siempre unitario, con tareas y objetivo concretos.
Quienes tuvimos la suerte de trabajar con él, podemos recordar su enorme capacidad de dialogo, con todos, incluso con aquellos que desgraciadamente convierten las pequeñas diferencias en enormes océanos.
Nuestro compañero Juan nunca se perdió en esos temas, lo que permitió el crecimiento de la UBP y mantener relaciones solidarias con todos los partidos y movimientos que se integraron a la UBP, como también con los representantes en Chile de pueblos hermanos en lucha contra el poder hegemónico de las potencias capitalistas.
Logró ganarnos a todos quienes le conocimos para que el funcionamiento de nuestra organización fuera en base al “intelectual colectivo”, que siempre fue su norma: discutir todo y que todos opinen; si es necesario, nos decía, “habrá que dar varias vueltas para que todos expresen sus opiniones y hasta que todos estemos de acuerdo”. Nunca le gustó el “ordeno y mando” heredado del modelo político de la dictadura.
Fiel a sus ideales del marxismo-leninismo, fue un antiimperialista duro y tenaz; nunca tuvo duda en la necesidad de apoyar a los pueblos en lucha. En este contexto, es que nacieron todas sus ideas y energías para apoyar a la Revolución Cubana, al Sandinismo Nicaragüense, a la Venezuela Bolivariana, a Bolivia, a Siria, al pueblo peruano, al pueblo ecuatoriano, y un enorme etc.
Cuando perdimos el plebiscito de salida del 04-09-2022 por una Nueva Constitución que debería iniciar el desmantelamiento de este sistema neoliberal perverso, nos dijo que había que hacer un movimiento en contra de inmediato, vislumbró la ola de derecha que se nos venía y tuvo toda la razón. Levantar un movimiento en contra después de la derrota era una tarea que se veía cuesta arriba. A pesar de eso propuso dialogar con personalidades de izquierda y con quienes pensaran parecido e hicimos desde la UBP un llamado a todos para salir a dar la pelea en contra del fascismo.
Estando Juan ya enfermo, tuvimos una ronda de conversaciones con diversas organizaciones y movimientos políticos, que permitió que surgiera el “Chile Vota en Contra”, organización que jugó un papel importante para derrocar la nueva propuesta ultra reaccionaria de constitución, ésta más fascista que la que aún nos rige… Hoy, esta organización sigue creciendo y cambió su nombre a “Chile Sigue en Contra”.
Fue su última tarea, su organismo enfermo no pudo resistir. Su partida nos deja un dolor enorme a todos, pero también nos deja enseñanzas de cómo abordar las tareas políticas y asumir los principios socialistas de lucha y unidad de la clase trabajadora, pilares de las fuerzas de izquierda para conseguir librarnos de la moderna esclavitud del neocolonialismo que vuelve a querer imponerse en su estrategia de muerte tras las riquezas de nuestros pueblos avasallados.
¡COMPAÑERO JUAN CUEVAS CERDA, estarás presente en las luchas de los Pueblos que vienen
PRESENTE! ¡HASTA LA VICTORIA, SIEMPRE!